uis Salazar es voluntario en la Comunidad y Tienda Gratuita Nuevos Vecinos.
Zubaer Khan/Sun-Times
Tras conocerse a principios de año, dos mujeres que comparten una devoción similar por los migrantes en Chicago se han unido para hacer algo especial.
Luisette Kraal, que llegó aquí hace 15 años desde Curaçao y ahora vive en Rogers Park, ha estado trabajando sin descanso desde que el primer autobús llegó a la ciudad en 2022, y Jessica Leving Siegel, residente en Wilmette, decidió ayudar una vez que vio de cerca la crisis en los suburbios de Chicago.
Pero sus esfuerzos organizando la gala “Bienvenidos A Casa” este fin de semana para recaudar dinero para viviendas seguras para migrantes son aún más importantes, dicen, ahora que la Municipalidad ha comenzado los desalojos de refugios para migrantes.
Cuando Kraal vio a los migrantes en las calles de Rogers Park tras la llegada del primer autobús a Chicago en agosto de 2022, se movilizó con Park Community Church para ayudarles.
“Nos reunimos con ellos 12 horas después, y nos contaron la hambre que tenían. Nos contaron su difícil situación, y empezamos como iglesia a ayudarles”, dijo Kraal. “Primero nos contaron que llevaban meses viajando y nos dijeron que no tenían ropa limpia. Fue muy doloroso oírlo”.
Con la ayuda de organizaciones sin ánimo de lucro y de su iglesia, Kraal pudo ir más allá de las colectas de ropa y alimentos en octubre a través de su grupo, Nuevos Vecinos Community & Free Store en Uptown.
Desde octubre, la tienda está repleta de ropa gratuita y artículos de primera necesidad para todos los géneros y edades.
En enero, Kraal conoció a Siegel, que se involucró en Wilmette mediante campañas de recolección de alimentos y ropa tras ver cómo dejaban los autobuses a los migrantes en la zona. Siegel empezó a dirigir los excedentes de suministros, voluntarios y donantes a Kraal en un esfuerzo por ponerlos en contacto con recursos seguros.
“Especialmente cuando empezaron a llegar los autobuses, creo que para muchos de nosotros fue como una llamada de atención”, dijo. “Como que esto no es un problema de otros, está ocurriendo literalmente en nuestro propio patio”.
Para Siegel, es “inconcebible” que no haya una “respuesta más organizada”.
“No hay experiencia sirviendo la cena en un comedor de caridad que se pueda comparar remotamente a lo que es estar allí cuando estas personas se bajan del autobús”, dijo. “Los niños lloran y todos están desorientados y hablan de cuánta hambre tienen”.
Tras enterarse de que se necesitaba dinero para más vivienda, Siegel decidió organizar una gala para recaudar fondos.
La gala Bienvenidos A Casa, que se organizó en sólo seis semanas, incluirá una subasta silenciosa, panelistas, música venezolana y una cena en Sketchbook Brewing Co. de Skokie. A partir del martes se agotaron las entradas presenciales, pero aún quedan entradas virtuales para ver las actuaciones y a los ponentes.
La carrera por encontrar alojamiento seguro es una de las principales preocupaciones de Kraal y Siegel.
De hecho, el mismo edificio donde está la tienda de Kraal alberga también tres plantas de oficinas reconvertidas dedicadas a proporcionar un hogar de bajo costo a familias migrantes. El edificio se cedió a través del Instituto de Asuntos Culturales. Llamado “Monarca”, el espacio tiene una planta con apartamentos que pueden acomodar a unas 12 familias en habitaciones con paredes luminosas y decoración en la cocina común y la sala.
Otro piso está casi terminado y será un espacio común con zonas como un rincón de maquillaje, mesas para hacer la tarea y una mesa de comedor.
Las dos comunidades son viviendas para algunas de las docenas de migrantes voluntarios que vienen a trabajar a la tienda. Los que viven en los apartamentos siguen teniendo que pagar renta, pero con un gran descuento, dice Kraal. Es un lugar especial para ellos, sobre todo para los que no se sienten seguros en un refugio.
Luis Salazar, su esposa y sus hijos llegaron a Chicago en diciembre y se han alojado en un refugio para migrantes en Irving Park.
Pero hacen todo lo posible por no estar en el refugio durante el día y en su lugar trabajan en New Neighbors.
“Me siento menos estresado aquí, no tengo que ver las luchas internas”, dijo el joven de 28 años. “Los baños y la comida son horribles. No tenemos que ver todo eso porque podemos venir aquí”.
Salazar ha estado trabajando en los apartamentos y dice que el piso casi terminado sólo lleva en construcción un par de semanas.
Hay esperanzas de que se construya otro grupo de apartamentos, lo que permitiría abrir espacio para que Salazar y su familia se muden a uno de los pisos de Monarca. Pero después de trabajar con otras organizaciones sin ánimo de lucro, el grupo de Kraal aún necesita unos $52,000 para hacerlo realidad.
Salazar y sus compañeros voluntarios trabajarán en la gala.
“Creo que esta gente tiene muy buen corazón. No me conocen y ni siquiera saben de dónde venimos, ni siquiera saben nada de mi nacionalidad. Pero quieren ayudarnos. No los conozco, pero estoy muy agradecido de que existan”, dijo Salazar.
Mariah Rush es reportera del Chicago Sun-Times a través de Report for America, un programa de periodismo sin fines de lucro que pretende reforzar la cobertura de las comunidades de los lados sur y oeste.