A tres años de la muerte de Vicente Fernández (1940-2021), su voz y legado musical siguen más vivos que nunca y dando más a su público.
Y no solamente en las más de 100 grabaciones y discos de “El Charro de Huentitán” cantando con mariachi que ya son parte de la historia musical de México, de su acervo cultural y que forman parte de la identidad mexicana, sino en el regalo póstumo que Don Vicente le da a sus fanáticos: su primer disco grabado con banda sinaloense.
El disco “Vicente Fernández con banda” fue estrenado el pasado 29 de noviembre, sólo trece días antes del tercer aniversario luctuoso de “El Charro de Huentitán”, fallecido el 12 de diciembre de 2021.
“Es una novedad y el pago de una deuda musical para toda la fanaticada de mi padre”, comentó Vicente Fernández Jr. a La Voz en entrevista.
“Fue casualidad que es [en la fecha] en su tercer aniversario ”, destacó Fernández Jr. “Viene la Navidad, las fiestas, pero [el lanzamiento] está bajo los compromisos y convenios con la compañía de discos; se dio en el tiempo que tenía que salir”.
Además porque su lanzamiento se hizo en las fechas para que el material sea considerado por la Academia de la Grabación para competir por el Grammy, y por la Academia Latina de la Grabación para competir por el Grammy Latino en la categoría de Mejor Disco de Banda, precisó Fernández Jr.
Integrado por 13 temas, de los cuales cinco son inéditos, “Vicente Fernández con banda”, permite escuchar temas icónicos de este género como son “El sinaloense”, “Mi gusto es” y “Por una mujer casada” en la voz de “Chente”.
“La selección [de temas] la hizo al 100% mi padre, quien se volvió sabio antes de hacerse viejo”, destacó Fernández Jr. “Fue una persona previsora y amante de su profesión y de su música, que se dedicó a dejar un acervo musical para poder presentarle al público su música y tener una nueva generación de seguidores”.
El material no se hizo con inteligencia artificial como descartó tajantemente Vicente Fernández Jr. Es 100% la voz de “Chente”.
“No hay ni habrá inteligencia artificial en el pasado, presente o futuro de sus discos ni en los de cualquier otro integrante de la familia Fernández”, aclaró el mayor de “Los Potrillos”, como cariñosamente llamaba Vicente a sus hijos Vicente, Gerardo y Alejandro.
El primogénito de Don Vicente comentó que este disco se grabó entre 2010 y 2011 con “la luz verde” de su padre; la primera parte de la producción se hizo con arreglos de Omar Loredo “El Pony” y de Don Pedro Ramírez, quien era su director musical.
El material quedó guardado y este 2024 año de su lanzamiento, lo que sí se le hizo fueron nuevos arreglos con ayuda de la tecnología y nuevas consolas de grabación, explicó Fernández Jr., para con más músicos e instrumentos crear un sonido más envolvente y así brindar una mayor calidad a la excelencia.
Esto corrió a manos de Alberto “Beto” Lizárraga, nieto de Don Cruz Lizárraga (1918-1995), el fundador de la Banda El Recodo “la madre de todas las bandas” una institución en la música de banda sinaloense.
Vicente Fernández Jr. dijo que estuvo involucrado en la producción, postproducción y en los vídeos del material y que tanto él como su familia, están muy agradecidos con la respuesta del público porque refleja el amor que se le tiene a “Chente”.
Un amor que el “rey de la música ranchera” se ganó a pulso, con sus presentaciones tanto en México como en Estados Unidos. En Chicago, la primera ciudad que visitó de Estados Unidos, como él mismo lo contaba en sus presentaciones, se presentó por última vez en dos conciertos en el Allstate Arena de Rosemont, realizados el 20 y 21 de octubre de 2012.
Un día después, el 22 de octubre, “Chente” se dio cita en “el corazón” de la comunidad mexicana de Chicago, el vecindario de La Villita, donde se le rindió un homenaje de despedida en su emblemático arco. Además a un tramo de la calle 26 —entre Troy St. y Western Ave.— se le nombró la Avenida Vicente Fernández.
Vicente Fernández Jr. estuvo acompañando a su padre en los conciertos y en el homenaje.
“Lo recuerdo mucho”, destacó. “Tenemos mucho cariño por la ciudad de Chicago que tanto cariño le da a mi padre y le sigue dando, gracias a todos esos paisanos”.
Para él, cualquier cosa que haga para mantener “para siempre” vivo el legado y la voz de su padre, es parte de las lecciones que les dio tanto a él como a su hermano Alejandro sobre el oficio del cantante: tenían que estar conscientes y mentalizados que primero, era la profesión, que no existía ni la Navidad, ni los cumpleaños.
“Mi padre no estuvo con nosotros en muchos cumpleaños y celebraciones, porque para él el amor a su público era lo primero. Y en esta nueva producción es la idea: que sigan teniendo el amor que él les tenía”.