El miércoles se informó a algunos empleados que recientemente perdieron sus puestos de trabajo en la oficina de Chicago de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) que pueden volver a trabajar.
Esto se notificó por medio de un correo electrónico enviado a algunos empleados en período de prueba, en el que no se dio ninguna razón por la que se les habían regresado sus puestos de trabajo, pero sí se disculpó.
“En nombre de la EPA, pedimos disculpas por este inconveniente y le agradecemos su servicio a la agencia”, decía el correo electrónico enviado el miércoles.
Los funcionarios sindicales estiman que hasta 40 trabajadores de la EPA de Chicago fueron despedidos el viernes como parte de la reducción del personal federal del presidente Donald Trump. Al menos seis de los trabajadores recibieron la notificación el miércoles de que la “agencia está rescindiendo su despido. No se les está eliminando de la EPA ni de los servicios civiles federales en este momento”.
El grupo de trabajadores que recuperó sus puestos de trabajo incluye a tres científicos que fueron entrevistados anteriormente por el Sun-Times sobre su despido la semana pasada.
Entre los nuevos empleados de la EPA se encuentran Nyla McCranie, científica del equipo de justicia medioambiental; Bridget Lynch, científica especializada en la protección del agua potable y del agua subterránea, y Nicole Smith, que trabaja en cuestiones de calidad del aire.
“Este trabajo era mi sueño”, dijo Smith al Sun-Times el martes.
Las tres se negaron a hacer comentarios sobre su reincorporación el miércoles, citando la política de la agencia de no hablar de asuntos de la EPA con los medios de comunicación.
Como científica de la Oficina de Aire y Radiación de la EPA, Nicole Smith estaba trabajando en algunos proyectos en su nuevo trabajo, incluido el análisis de los informes de contaminación del estado.
En la manifestación del martes en la Federal Plaza, Smith sostenía un póster que decía, “Me despidieron ilegalmente mientras protegía a los estadounidenses del aire envenenado”.
La oficina regional de la EPA en Chicago supervisa la protección del medio ambiente y los problemas de contaminación del aire, el agua y la tierra en Illinois, Indiana, Michigan, Minnesota, Ohio, Wisconsin y 37 tribus nativas norteamericanas. La agencia ha empleado históricamente a más de 1,000 personas en Chicago y en todo el Medio Oeste.
Las preguntas sobre las decisiones se remitieron al equipo de relaciones con los medios de la EPA en Washington, D.C. que proporcionó una declaración amplia sobre los empleados en período de prueba en todo el país.
“La EPA ha despedido a 388 empleados en período de prueba después de una revisión exhaustiva de las funciones de la agencia de acuerdo con las órdenes ejecutivas del presidente Trump”, decía la declaración. La agencia “ha seguido los protocolos y procedimientos estándar, asegurando que el personal afectado recibiera notificaciones de su estado”.
Un funcionario sindical en Chicago calificó las acciones de Trump de “caóticas y perturbadoras”.
“Es muy difícil trabajar en la agencia en este momento”, destacó Nicole Cantello, presidenta de la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno (AFGE) Local 704. El sindicato representa a cientos de trabajadores de la EPA en el Medio Oeste.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago