Sammy Sosa y los dueños de los Cubs se reconcilian

La reconciliación entre la leyenda de los Cubs, Sammy Sosa, y los dueños del equipo ha comenzado.

La ruptura, que tiene sus raíces en el papel de Sosa en la Era de los Esteroides y sus reiteradas negaciones de haber usado drogas para mejorar su rendimiento, ha mantenido a Sosa fuera de los eventos de los Cubs y del Wrigley Field. Pero el jueves, los representantes de Sosa enviaron una declaración reveladora en su nombre.

“Hubo momentos en que hice todo lo que pude para recuperarme de las lesiones en un esfuerzo por mantener mi fuerza para jugar más de 162 juegos”, dijo Sosa en parte. “Nunca violé ninguna ley, pero viéndolo bien, cometí errores y me disculpo”.

Minutos después de la publicación de la declaración de Sosa, el presidente de los Cubs, Tom Ricketts, le extendió públicamente una invitación para la Convención de los Cubs de 2025 a Sosa. El evento está programado para el 17 al 19 de enero en el Sheraton Grand Hotel.

“Agradecemos que Sammy haya publicado su declaración y que se haya comunicado con nosotros”, dijo Ricketts en una declaración. “Nadie jugó más duro ni quiso ganar más [que él]. Nadie es perfecto, pero nunca dudamos de su pasión por el juego y los Cachorros.

“Es un eufemismo decir que Sammy es un favorito de los fanáticos. Planeamos invitarlo a la Convención de los Cubs de 2025 y, aunque es un aviso con poca anticipación, esperamos que pueda asistir. Todos estamos listos para seguir adelante juntos”.

Sosa se ganó el estatus de favorito de los fanáticos durante 13 temporadas con la organización de 1992 a 2004. Es el líder de jonrones de todos los tiempos de la franquicia, con 545. Fue seleccionado siete veces al All-Star Juego de Estrellas, todas con los Cubs, y fue nombrado el Jugador Más Valioso (MVP, por sus siglas en ingés) de la Liga Nacional de 1998. Sosa todavía tiene los récords del club en hits de extrabase (103), bases totales (425) y porcentaje de slugging (.737) en una temporada, todos en 2001.

La persecución del récord de jonrones de Sosa y Mark McGwire en 1998 atrajo la atención de la nación hacia el béisbol, que en ese momento había estado lidiando con una crisis de bajo interés. Pero la pareja atrajo multitudes de fanáticos al estadio de béisbol, con la esperanza de presenciar la historia o simplemente para quedar boquiabiertos ante una práctica de bateo de alto nivel.

El legado de Sosa con los Cachorros también trascendió las estadísticas. ¿Quién podría olvidar el momento en que llevó una bandera estadounidense al campo para el primer juego del equipo después de la tragedia del 11 de septiembre de 2001?

“Lo entregué todo en el campo por los Cubs y los fanáticos de los Cubs porque quería ganar y hacerlos felices”, escribió Sosa. “Me encantaba ver a los fanáticos en Wrigley en las gradas del jardín derecho en cada juego en casa.

“Entiendo por qué algunos jugadores de mi época no siempre reciben el reconocimiento que nuestras estadísticas merecen”.

La ofensiva de la MLB contra los esteroides empañó los logros y los recuerdos de lo que se conoció como la Era de los Esteroides en el béisbol. En 2009, un artículo del New York Times nombró a Sosa como uno de los más de 100 jugadores de las Grandes Ligas que dieron positivo en los análisis de esteroides durante los entrenamientos de primavera de 2003.

Si bien McGwire ha sido abierto sobre su uso de esteroides, Sosa lo había negado a lo largo de los años.

Su disculpa representó una notable suavización de esa postura y un reconocimiento de sus malas acciones.

“Los fanáticos de los Cubs son los mejores del mundo”, escribió Sosa, “y espero que los fanáticos, los Cubs y yo podamos volver a unirnos y seguir adelante.

“No podemos cambiar el pasado, pero el futuro es brillante. En mi corazón, siempre he sido un Cachorro, y no puedo esperar a volver a ver a los fanáticos de los Cubs”.

Traducido por Jackie Serrato, La Voz Chicago