Los habitantes de Chicago llenaron una iglesia del lado sur el domingo por la mañana para honrar y lamentar la muerte del oficial de la Policía de Chicago, Enrique Martínez, quien fue asesinado en el cumplimiento de su deber la semana pasada.
La misa conmemorativa se celebró en la Iglesia St. Christina en Mount Greenwood, un vecindario que durante mucho tiempo ha sido el hogar de oficiales de policía y bomberos.
“El pasado lunes por la noche, el oficial de policía Enrique Martínez fue asesinado a tiros de manera cruel y perversa en las calles de nuestra ciudad”, dijo el reverendo Ryan Brady al comienzo de su homilía.
Los feligreses, vestidos de azul y con lágrimas en los ojos, oraron por la familia Martínez y los socorristas de Chicago. Varios oficiales de la policía y bomberos asistieron uniformados. Un retrato de Martínez estaba exhibido en el altar.
Amigos, familiares, colegas y miembros de la comunidad se reúnen para una misa en honor al oficial de la Policía de Chicago, Enrique Martínez, quien fue asesinado en el cumplimiento de su deber el 4 de noviembre durante una parada de tráfico en el lado sur. La policía dice que el sospechoso usó una pistola modificada con un cargador extendido y un “interruptor” que la hacía completamente automática.
Zubaer Khan/Sun-Times
“Somos una comunidad de fieles y desinteresados servidores de nuestra ciudad y de nuestro país”, agregó Brady. “Nuestras casas están llenas de socorristas y nuestros corazones están llenos de orgullo y gratitud. Pero hoy aquí, nuestros corazones están rotos y llenos de dolor. Lloramos por la familia Martínez, por la familia del Departamento de Policía de Chicago y por nosotros”.
Martínez, que tenía 26 años y apenas llevaba tres años en el cargo, fue asesinado el 4 de noviembre durante una parada de tráfico en el vecindario de Chatham. Recibió varios disparos y fue declarado muerto después de que sus compañeros lo llevaran al Centro Médico de la Universidad de Chicago.
Darion McMillian, de 23 años, fue acusado de asesinar a Martínez usando una pistola modificada con un cargador extendido y un interruptor que la hacía completamente automática.
Hace poco más de un mes, la Iglesia St. Christina se reunió para orar por los socorristas de la ciudad, dijo Brady.
“Dios sabe que la policía, los bomberos y los paramédicos necesitan nuestras oraciones”, destacó Brady. “Y vaya que si rezamos. Llenamos esta iglesia, rezamos con fuerza y celebramos esas nobles vocaciones que nos permiten vivir cómodamente y en paz en nuestra ciudad”.
Martínez se suma a la larga lista de oficiales de la Policía de Chicago muertos en el trabajo. Brady nombró a varios, incluidos los agentes Ella French y Andrés Vázquez Lasso.
“Podría seguir y seguir y seguir y seguir”, destacó Brady. “Son habitantes del lado norte, del lado sur y del lado oeste. Son vecinos y amigos”.
Marianne Walisiak, quien es residente de Mount Greenwood desde hace 27 años, asistió a la misa para presentar sus respetos a Martínez, su familia y los agentes de policía de la ciudad. Con una camiseta con la frase “apoya al azul” (“back the blue”) y un pin con una foto de Martínez, dijo que está orgullosa de vivir en un vecindario que honra a los socorristas.
El concejal Raymond López (15°) dijo a los periodistas que asistió a varios funerales y actos conmemorativos de agentes de policía durante su carrera.
“El peligro no ha disminuido, las amenazas a su seguridad no han cesado”, dijo López. “Es importante que recordemos a nuestros agentes y a nuestra ciudad que son queridos, que reciben apoyo y que hay más personas en todas las comunidades que están con ellos que en contra de ellos”.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago