Él era el malo número uno en la mente de muchos agentes de la Administración para el Control de Drogas (DEA).
Tal vez peor que Joaquín “El Chapo” Guzmán.
O incluso que el capo colombiano Pablo Escobar (1949-1993).
Puede que su nombre no sea muy conocido, pero Rafael Caro Quintero es odiado por los agentes de la DEA debido a su papel en la tortura y asesinato de uno de los suyos, el agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena.
Caro Quintero, miembro fundador del cártel de drogas de Sinaloa de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, estaba furioso porque las autoridades mexicanas allanaron una plantación de marihuana en 1984.
El año siguiente, ordenó el secuestro y asesinato de Camarena, el agente encubierto que creía que había alertado a los mexicanos, según las autoridades.
El jueves, las autoridades anunciaron que Caro Quintero era uno de los 29 presuntos miembros de cárteles extraditados a Estados Unidos tras conversaciones de alto nivel entre Estados Unidos y México, que incluyeron amenazas de la administración de Trump de imponer aranceles a México.
“Es el día más importante en la historia de la DEA”, dijo Mark Giuffre, ex supervisor de la DEA en Chicago.
“Los agentes especiales hacen un juramento de defender la Constitución y llevar ante la justicia a quienes se benefician de la miseria de la adicción, pero también hacen un juramento solemne, sin fecha de vencimiento, de ser implacables en llevar ante la justicia a cualquiera que asesine a un agente especial”, destacó Giuffre en un correo electrónico.
“Hubo innumerables obstáculos, siempre mantuvimos la fe en que este día llegaría. Estamos muy contentos de que las esposas de Kiki, que le dieron a su hijo después de su asesinato, sean colocadas en las muñecas de Quintero por un agente de la DEA en el tribunal hoy”.
En X, el administrador interino de la DEA, Derek Maltz, emitió un comunicado en el que decía: “Este momento es extremadamente personal para los hombres y mujeres de la DEA”, y señaló que Caro Quintero pasó más de cuatro décadas en la lista de los más buscados de la agencia.
Dos de los 29 hombres han sido extraditados a Chicago para enfrentar cargos aquí. Uno de ellos, José Ángel Canobbio Inzunza, era un lugarteniente de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, hijo de El Chapo, dijeron las autoridades. Canobbio Inzunza fue arrestado la semana pasada en México.
Inzunza está acusado de liderar un ala de seguridad del Cártel de Sinaloa que participó en un “conflicto armado” en nombre de Guzmán Salazar y sus hermanos, según una acusación formal del año pasado.
La otra persona enviada a Chicago es Norberto Valencia González, quien está afiliado al cártel de los Beltrán-Leyva, dijeron las autoridades.
Caro Quintero cumplió 28 años de una condena de 40 años por el asesinato de Camarena y fue liberado por un tecnicismo en 2013.
Regresó al estado de Sinaloa y regresó al narcotráfico, según las autoridades mexicanas, que lo arrestaron en 2022. Se enfrenta a una acusación formal por cargos de drogas en Nueva York.
Otro miembro extraditado de un cártel es Miguel Ángel Treviño, conocido como Z-40, ex líder de los Zetas, temido por sus sangrientos asesinatos en México para imponer su voluntad sobre otros cárteles, dijeron las autoridades.
Antonio Oseguera Cervantes, hermano de Nemesio Oseguera Cervantes, conocido como “El Mencho”, también fue detenido en Estados Unidos. El Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, es uno de los líderes de cárteles más buscados por Estados Unidos.
En una declaración, la fiscal general de Estados Unidos, Pamela Bondi, dijo: “Como ha dejado claro el presidente Trump, los cárteles son grupos terroristas y este Departamento de Justicia está dedicado a destruir los cárteles y las pandillas transnacionales”.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago