Con la amenaza de la administración del presidente Donald Trump de destacar a Chicago para una deportación masiva, los funcionarios de las escuelas públicas les están diciendo a los padres inmigrantes sin estatus legal que sus hijos están a salvo de los agentes de inmigración dentro de sus salones de clases.
“Bajo ninguna circunstancia vamos a comprometer a nuestros hijos, ya sea por este tema de inmigración o por cualquier otra cosa”, dijo el director ejecutivo de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés) Pedro Martínez. Los estudiantes regresaron a clases el miércoles luego que Trump asumió el cargo.
Si los agentes federales se presentan en su escuela, se les ha dicho a los directores que no deben dejarlos interactuar con nadie, excepto en la poco probable ocasión en que tengan una orden de arresto penal firmada, explicó Martínez.
CPS no permite que los agentes de inmigración entren a las escuelas sin una orden judicial. CPS también tiene tres abogados listos para revisar cualquier orden judicial u otro papeleo y asesorar al personal, agregó.
El enfoque de prohibición de CPS fue confirmado por la Junta de Educación en una resolución en noviembre antes de la juramentación de Trump. La necesidad de esa protección local fue afirmada el martes después de que la administración de Trump dijera que los agentes federales ahora pueden arrestar a los migrantes en las escuelas e iglesias, revirtiendo la guía federal de larga duración.
Si los agentes federales pueden ingresar a la escuela es una de las preguntas más grandes que los padres sin estatus legal podrían tener. Aquí hay algunas otras:
¿Debo enviar a mis hijos a la escuela?
No hay una manera única de responder a esta pregunta, pero los funcionarios enfatizan que una vez que están dentro de las escuelas, los estudiantes están seguros.
Las escuelas no preguntan, y no saben, el estatus legal de sus estudiantes. Como resultado, no hay posibilidad de que puedan o quieran proporcionar una lista de estudiantes a las autoridades federales.
“Nunca les daremos acceso a la información”, aseguró Martínez.
Todavía existe un riesgo al viajar hacia y desde la escuela. Los defensores de la comunidad enfatizan que los conductores deben asegurarse de que la policía no tenga motivos para detenerlos manteniendo sus autos en buen estado y teniendo todas las calcomanías necesarias.
Los maestros deben ser “muy, muy conscientes y tener mucha empatía con los temores que tienen los padres”, dijo Martínez. También deben ser comprensivos si los padres no se sienten cómodos enviando a sus hijos a la escuela, así como deben ser comprensivos con otros estudiantes ausentes, agregó Martínez.
Pero no está considerando permitirles cambiar a la educación a distancia, ya que muchos estudiantes se atrasaron durante las clases virtuales de la pandemia.
¿Cómo deben prepararse los padres sin estatus legal para la posibilidad de deportación?
Los padres deben asegurarse de que sus contactos de emergencia en la escuela de su hijo estén actualizados, y que los contactos estén al tanto y estén disponibles.
“Digamos que me detienen. ¿Quién recogerá a mis hijos? ¿A quién puedo confiarles a mis hijos? Ese es el mayor temor, lo que les duele el estómago”, dijo Any Huamani, quien trabaja para el Concilio Comunitario de Brighton Park (BPNC, por sus siglas en inglés) y ha estado liderando sesiones de “Conozca sus derechos” en toda la ciudad.
Además de esa llamada inicial, Huamani comentó que los padres realmente necesitan pensar quién es la persona adecuada para poner a cargo de sus hijos en caso de que sean detenidos por un período de tiempo.
¿Qué debo decirles a mis hijos sobre la amenaza de deportación?
“Queremos poder decirles: ‘Haremos todo lo posible para mantenerlos a salvo, pero queremos que sepan que, si no podemos estar aquí, esta persona los cuidará y se asegurará de que ustedes y yo podamos reunirnos lo antes posible’”, dijo Rebecca Ford-Paz, psicóloga clínica infantil y codirectora de la Clínica de Evaluación Forense para el Alivio de la Inmigración en el Hospital Infantil Ann & Robert H. Lurie de Chicago.
“Por eso, queremos asegurarnos de que los niños ya reciben esa tranquilidad”.
Es por eso que el plan de emergencia debe estar en marcha antes de hablar con los niños, dijo.
Especialmente para los niños mayores, es mejor que primero se enteren de los padres. Ford-Paz también dijo que es importante no aislarse.
“Queremos que los niños sigan pudiendo ir a la escuela y jugar y ver a sus amigos y celebrar la tradición cultural”, compartió. “Ese es el tipo de cosas que promueven un sentido de calma, paz y equilibrio, incluso frente al caos”.
Si bien los padres pueden hacer su parte, las escuelas también pueden ayudar. Muchas escuelas tienen grupos de afinidad para migrantes a los que los niños pueden acudir para que no se sientan tan solos. Los trabajadores sociales pueden conectar a los padres con otros recursos en la comunidad.
Ford-Paz enfatizó que, al igual que los educadores, los proveedores de atención médica no conocen y no divulgarán el estatus legal de las personas. Si bien Trump puede cambiar esto, por ahora, los agentes federales de inmigración no pueden ingresar a hospitales y clínicas y arrestar a personas sin una orden judicial penal.
Sarah Karp cubre educación para WBEZ. Síguela en X @WBEZeducation y @sskedreporter.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago