Un gran jurado federal en Chicago ha acusado a un presunto miembro de alto rango del Cártel de Sinaloa en México, acusándolo de fabricar drogas, incluido el fentanilo, y traerlas a Estados Unidos.
Ceferino Espinoza Angulo, de 43 años de edad, presuntamente trabajó con otros para obtener fentanilo, cocaína, heroína, metanfetamina y éxtasis en México para distribuirlos en Estados Unidos, según una acusación formal presentada el lunes en el Distrito Norte de Illinois.
Espinoza Angulo, también conocido como “El Koyote”, presuntamente también conspiró para obtener sustancias químicas para fabricar fentanilo. Además está acusado de posesión ilegal de una ametralladora, según la acusación formal.
Empleó a “docenas” de pistoleros para proteger la operación, así como el liderazgo de una facción del cártel de Sinaloa liderada por cuatro hijos del capo mexicano de la droga, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, según la acusación formal.
Los hijos, conocidos colectivamente como “los Chapitos”, son Iván Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, Ovidio Guzmán López y Joaquín Guzmán López. En 2023, los hermanos fueron acusados en una corte federal de Chicago de dirigir el imperio de la droga de su padre después de su captura en 2016. Guzmán Loera ahora cumple cadena perpetua en una prisión federal de máxima seguridad en Colorado.
Dos de sus hijos ya están bajo custodia de Estados Unidos.
Ovidio Guzmán López fue arrestado en 2023 en México y extraditado a Estados Unidos, donde se declaró inocente.
Joaquín Guzmán López se entregó a las autoridades estadounidenses el año pasado, en un vuelo desde México a El Paso, Texas, con el ex socio de su padre en el cártel, Ismael “El Mayo” Zambada.
Zambada fue supuestamente engañado para que pensara que el vuelo se dirigía a un aeródromo en el norte de México. Se declaró inocente en una corte federal de Nueva York de los cargos de tráfico de drogas y otros.
Ovidio Guzmán López y Joaquín Guzmán López están detenidos en el Centro Correccional Metropolitano de Chicago y deben comparecer ante la corte en las próximas semanas mientras siguen negociando acuerdos de culpabilidad con los fiscales federales.
Ninguno de los hermanos se presentó a su primera audiencia judicial conjunta en el Edificio Federal Dirksen el mes pasado, donde los abogados pidieron a un juez federal más tiempo para continuar las negociaciones de culpabilidad.
La próxima audiencia de Ovidio Guzmán López se fijó para el 27 de febrero. La audiencia de Joaquín Guzmán López se fijó para el 19 de marzo.
Los otros dos hijos siguen prófugos y en Estados Unidos hay recompensas multimillonarias por su captura.
Chicago ha sido uno de los principales destinos del fentanilo de fabricación mexicana, que se mezcla con heroína y otras drogas, lo que a menudo provoca sobredosis fatales debido a la potencia del fentanilo.
Este mes, el presidente Donald Trump se retractó de la imposición de aranceles paralizantes a México a cambio de que el país aumentara las patrullas de la Guardia Nacional a lo largo de la frontera.
Un contingente de 10,000 soldados de la Guardia Nacional llegó a Ciudad Juárez, al otro lado de la frontera con El Paso, Texas, el 5 de febrero.
Trump ha declarado una emergencia en la frontera a pesar de que los niveles de migración y las sobredosis de fentanilo disminuyeron significativamente durante el año pasado.
Estados Unidos dijo que, a su vez, haría más para impedir que las armas estadounidenses sean traficadas a México para alimentar la violencia de los cárteles, que se ha extendido a otras partes del país a medida que los grupos criminales luchan por controlar la lucrativa industria del tráfico de migrantes.
“La crisis del fentanilo en nuestra nación ha devastado a personas y familias en el norte de Illinois y en todo el país”, dijo el fiscal federal interino para el Distrito Norte de Illinois, Morris Pasqual, en un comunicado. “Nuestra oficina seguirá trabajando con nuestros socios en la aplicación de la ley para interrumpir la producción y el tráfico de fentanilo y otros narcóticos peligrosos antes de que puedan llegar a más víctimas”.
Se cree que Espinoza Angulo vive en México y se ha emitido una orden de arresto en Estados Unidos. Si es declarado culpable, enfrenta un mínimo de 30 años de prisión y una posible cadena perpetua.
Contribuyeron: David Struett, Frank Main, Associated Press
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago