¿Por qué un hombre de Chicago querría pasar de una vida tranquila trabajando principalmente entre bastidores a la “fosa de los leones”?
Sean Harden dice que sabe que esta pregunta está en la mente de muchas personas. Este hombre soltero de 51 años de edad y que no tiene hijos, dijo que buscó ser presidente de la Junta de Educación de Chicago porque vio un área en la que podría dar un paso adelante.
“Siempre les he dicho a los alcaldes [de Chicago] que, si hay alguna manera en la que pueda ser útil, me lo hagan saber”, dijo a WBEZ el promotor inmobiliario y presidente de la junta de una organización sin fines de lucro. “Lo digo en serio porque amo a esta ciudad”.
Es difícil imaginar un momento más tumultuoso para ser presidente de la junta escolar. La amenaza de huelga del Sindicato de Maestros de Chicago (CTU, por sus siglas en inglés) se está volviendo más real, el distrito escolar enfrenta un déficit presupuestario enorme y el director ejecutivo está a punto de irse después de que la junta votara para despedirlo sin causa, con efecto a partir de junio.
Al mismo tiempo, está al frente de una junta recién constituida y ampliada de 21 miembros, incluidos 10 miembros elegidos por primera vez, y algunos que no están de acuerdo.
Sin embargo, Harden, quien fue nombrado por el alcalde Brandon Johnson en diciembre, no parece estar intimidado.
Harden creció en Washington Heights en el lado sureste, asistiendo a la Escuela Primaria Marcus Garvey y a la escuela Secundaria Whitney Young Magnet.
Fue al Morehouse College en Atlanta. Dice que la universidad para hombres, históricamente negra, era la escuela de sus sueños. Estudió japonés durante dos años y se especializó en negocios internacionales. Pero después de su segundo año, su madre se enfermó. Su madre soltera ya no podía pagar la costosa universidad privada.
Cuando Harden regresó a Chicago, trabajó en un programa de capacitación laboral para jóvenes que estaban desconectados de la escuela y la fuerza laboral.
G. Sequane Lawrence, quien ha trabajado en desarrollo económico durante décadas, supervisó el programa en toda la ciudad. Dice que Harden lo impresionó.
Harden “hizo mucho más que asegurarse de que estos jóvenes estuvieran listos para trabajar”, destacó Lawrence. “Les cortaba el cabello. Se aseguraba de que tuvieran algo que ponerse. Realmente se preocupaba”.
Harden siguió a Lawrence en el gobierno municipal, donde trabajó desde 2002 hasta 2009, principalmente en el desarrollo de la fuerza laboral. Su último trabajo bajo el ex alcalde Richard M. Daley fue hacer actividades de divulgación para pastores. Luego trabajó como director ejecutivo adjunto de asuntos comunitarios para las Escuelas Públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés) durante dos años.
Incluso mientras avanzaba, el hecho de que había abandonado la universidad siempre estaba en su mente.
“Realmente proporcionó la base para donde estoy hoy porque tenía que llegar temprano y quedarse hasta tarde y desarrollar una ética de trabajo realmente sólida”, aseguró. “Tuve que trabajar más que todos porque no tenía un título”.
Después de dejar CPS, se dedicó a la consultoría inmobiliaria, de desarrollo económico y de planificación estratégica para pequeñas y medianas empresas y organizaciones sin fines de lucro.
Según un cuestionario que presentó a la Municipalidad para convertirse en presidente de la junta, ninguna de las empresas que ha liderado a lo largo de los años ha tenido contratos con la Municipalidad. Destacó que no tiene presencia en las redes sociales, aunque el proceso de selección del alcalde reveló un perfil de LinkedIn.
No es un gran contribuidor político. Sus mayores donaciones fueron para la ex alcaldesa Lori Lightfoot, a quien le dio un total de $3,000.
Harden pasó más de una década como miembro de la junta y presidente de dos organizaciones. Una brinda atención médica a comunidades desatendidas; otra se enfoca en ayudar a las personas sin hogar.
Harden también se unió recientemente a la junta de la nueva organización de Lawrence, el Revolution Institute, que busca cerrar la brecha racial de riqueza ayudando a los trabajadores a hacerse cargo de empresas de energía y manufactura.
Lawrence enfatizó que Harden es experto en trabajar con empresarios, políticos y gente común, lo que lo hace excepcionalmente calificado para ser presidente de la junta escolar. “Puede negociar muchos espacios”, dijo. “También es alguien que dará retroalimentación, lo quieras o no”.
No hay tiempo que perder
Casi de inmediato, Harden se está poniendo a prueba.
El despido de Martínez, que Harden supervisó en su primer mes como presidente designado de la junta, ocurrió después de una lucha de poder arraigada en la insistencia del director ejecutivo de que el distrito escolar no puede afrontar las demandas contractuales del CTU.
Martínez criticó las sugerencias de la oficina del alcalde de que el distrito acepte un préstamo puente con intereses altos, calificándolas de irresponsables desde el punto de vista fiscal.
Esta pausa continúa y Harden dice que el equipo de Martínez necesita hacer más que decir que no. Dice que hasta ahora Martínez no ha ofrecido a la junta una forma de resolver el contrato y pagarlo.
“La junta tiene la expectativa, como todas las juntas, de que la alta dirección se acercará a usted con opciones viables. Esa sigue siendo nuestra expectativa”, aseguró Harden, destacando que la junta podría tener que hacer su propia investigación para encontrar algunas soluciones.
“En última instancia, es la junta la que va a tomar esta decisión final [sobre el contrato]”, dice. “El público debe sentirse cómodo de que hemos hecho nuestra debida diligencia y de que no estamos simplemente aceptando una parte. No estamos simplemente aceptando las demandas del CTU, lo que dice el distrito o lo que dice la oficina del alcalde. Hemos podido tomar toda esta información cuidadosamente, analizarla y encontrar el camino a seguir”.
En una declaración, CPS dice que ha proporcionado actualizaciones a la junta y subrayó su posición de que ha ofrecido al CTU todo lo que puede pagar sin poner en peligro los puestos de trabajo del personal actual.
Como miembro nombrado por el alcalde durante un momento difícil, Harden sabe que tiene que actuar con cuidado.
La semana pasada, enfrentó una avalancha de críticas después de que se supo que solicitó un chofer de CPS y un automóvil que le costaría al distrito escolar $150,000. Paris Schutz de FOX News informó esa historia basándose en documentos internos de CPS compartidos por fuentes.
Harden señala que los anteriores presidentes de la junta han tenido automóviles y choferes, aunque los dos últimos no. El último presidente que tuvo el servicio fue Frank Clark, pero lo puso fin en algún momento entre 2015 y 2018, dijo CPS. Y las crisis presupuestarias, como muestra la historia, no son nada nuevo para CPS.
Harden defiende la solicitud. Ser presidente de la junta es un trabajo voluntario, señala, pero requiere mucho tiempo. Espera estar de guardia y regularmente “accesible y presente” en las escuelas. “Lo veo menos como un privilegio y más como una herramienta”, dijo.
Aun así, admite que la filtración muestra que al menos algunos en la administración de CPS no están de su lado. Harden dice que le corresponde no centrarse en eso. Él llama a la crítica “un elemento de hacer el trabajo”.
“Con un liderazgo fuerte, la gente irá hacia la dirección que nos lleve a donde necesitamos ir, y dedicaremos menos tiempo a las luchas internas”, aseguró.
Sarah Karp cubre educación para WBEZ. Síguela en X @WBEZeducation y @sskedreporter.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago