Los oficiales del Departamento de Policía de Chicago (CPD, por sus siglas en inglés) llenaron la sala de la corte el jueves, con oficiales de pie en dos filas a lo largo de las paredes, mientras un hombre de Harvey comparecía en una audiencia acusado de matar al oficial de policía de Chicago Enrique Martínez con una ráfaga de disparos automáticos que también se cobró la vida del amigo del pistolero.
La jueza Deidre Dyer señaló que Darion McMillian, de 23 años, había apagado un dispositivo de monitoreo electrónico mientras huía del tiroteo durante una parada de tráfico en el vecindario de Chatham, ubicado en el lado sur. Ella lo declaró un peligro para la comunidad y ordenó su detención.
“Estaba en detención de emergencia por algo mucho menos grave que un asesinato y no cumplió. Ni de chiste”, dijo Dyer mientras McMillian se desplomaba en su asiento junto a su abogado designado por la corte.
McMillian pareció fruncir el ceño cuando la fiscal estatal adjunta Anne McCord ofreció un relato del tiroteo el lunes por la noche, mirando ocasionalmente al mar de oficiales de policía, así como a un banco donde estaban sentados alrededor de media docena de miembros de la familia.
Se podía escuchar a una mujer identificada como su madre sollozando mientras McCord hablaba.
El encuentro fatal comenzó a eso de las 8 p.m. del lunes cuando Martínez y su compañero se acercaron a una camioneta SUV estacionada en doble fila en la cuadra 8000 al sur de Ingleside el lunes por la noche, dijo McCord.
McMillian estaba en el asiento del pasajero y comenzó a hurgar en una mochila que tenía a sus pies mientras Martínez hablaba con el conductor y el compañero de Martínez estaba del lado del pasajero. Martínez le dijo a McMillian que mostrara sus manos y McMillian sacó una pistola calibre .40, modificada con un cargador extendido y un “interruptor” que la hacía completamente automática, dijo McCord.
McMillian abrió fuego contra Martínez mientras estaba de pie junto a la ventana del conductor, una ráfaga de balas alcanzó tanto a Martínez como al amigo de McMillian en el asiento del conductor, identificado en los documentos de acusación como Mario Chambers. Un tercer hombre, que aparentemente estuvo inconsciente durante el tiroteo, estaba en el asiento trasero, dijo McCord.
Chambers recibió varios impactos en la cara y la cabeza, Martínez recibió balazos en la cabeza, el brazo y el hombro. La policía encontró más de una docena de casquillos calibre .40 dentro y alrededor del vehículo después del tiroteo.
McMillian empujó el cuerpo de Chambers a la calle y se subió al asiento del pasajero, y huyó mientras el compañero de Martínez intentaba sacar a McMillian del vehículo. McMillian dio marcha atrás, lo que provocó que la puerta abierta del coche golpeara a un tercer agente que intentaba sacar a Martínez del vehículo.
Después de chocar contra un automóvil estacionado, McMillian huyó, se quitó la playera del equipo de los Blackhawks que llevaba puesta y entró en una casa en la cuadra 8000 al sur de Drexel. Un testigo descrito como un “cuidador” dentro del apartamento vio a McMillian entrar en la cocina y abrir cajones buscando algo para cortar su monitor de tobillo.
McMillian le dijo al testigo que “hizo algo malo y necesitaba un cuchillo más afilado”, antes de tomar dos cuchillos de la cocina y salir por la puerta trasera.
Los agentes vieron a McMillian caminando por al sur de la calle Maryland y lo detuvieron. Los agentes que habían estado en la escena del tiroteo identificaron a McMillian como el tirador.
Una playera de los Blackhawks, un monitor de tobillo y dos cuchillos fueron encontrados en las cuadras cerca de donde detuvieron a McMillian, y el localizador GPS en el monitor de tobillo mostró que McMillian estaba en la escena del asesinato en el momento del tiroteo, dijo McCord.
La policía también encontró dos biberones en el asiento trasero que contenían presuntamente codeína.
McCord dijo que McMillian representaba una amenaza “increíble y fuera de serie” para la comunidad, y señaló que estaba bajo vigilancia electrónica en el momento del tiroteo y mató a un agente de policía y a su propio amigo y casi mató a otro policía mientras intentaba escapar.
“El nivel de peligro que este acusado representa para cada persona de su comunidad, cada oficial de policía… cada persona con la que se encuentra, es incalculable”, dijo McCord.
Después de la audiencia, los agentes del sheriff sacaron a los partidarios de McMillian. Docenas de agentes de policía formaron un callejón sin salida en el pasillo mientras la familia de Martínez salía.
En el vestíbulo del juzgado, el presidente de la Logia 7 de la Orden Fraternal de la Policía, John Catanzara, dijo a los periodistas que es necesario aplicar penas más severas para los delitos con armas de fuego y penas mínimas obligatorias para los infractores atrapados con mechas.
Catanzara estuvo acompañado por el oficial de policía de Chicago Carlos Yañez, cuya pareja, Ella French, fue asesinada en un tiroteo de 2021 que también comenzó con una parada de tráfico en el lado sur.
Yañez dijo que los tiroteos policiales se están volviendo “demasiado frecuentes”.
“Es difícil estar allí. Estoy temblando ahora mismo”, dijo Yañez, quien perdió un ojo y quedó parcialmente paralizado en el tiroteo de 2021. “¿Cuántas veces he estado en esa sala por la misma razón?
El presunto tirador ya enfrenta cargos
McMillian había sido colocado bajo monitoreo electrónico en el Condado de Will después de un arresto reciente en Chicago.
La oficina del sheriff del Condado de Will emitió una orden de arresto contra McMillian el mes pasado, y fue acusado de un delito grave, acusado de intentar frustrar una prueba de drogas, según los registros judiciales y Ursitti. En ese momento, McMillian enfrentaba cargos por delitos graves relacionados con el cannabis.
La Policía de Chicago lo arrestó el 11 de octubre por orden judicial, según muestran los registros judiciales. Después de que lo liberaran bajo vigilancia electrónica en el nuevo caso, los fiscales del Condado de Will buscaron que lo detuvieran en espera de juicio por los cargos de cannabis. Ese caso se continuó el 28 de octubre.
McMillian se declaró culpable previamente de un delito grave por descarga agravada de un arma de fuego en mayo de 2021, según muestran los registros.
Mientras estaba en la cárcel en ese caso, se le impusieron más cargos graves derivados de un ataque grupal a otro recluso. Se declaró culpable de un cargo de agresión que se redujo de delito grave a delito menor el mismo día que su otro acuerdo de culpabilidad.
McMillian fue sentenciado a cuatro años de prisión en el caso del tiroteo y libertad supervisada obligatoria, según muestran los registros. Fue multado y se le ordenó pagar las cuotas judiciales en el otro caso.
Al ordenar la detención de McMillian, el juez Dyer dictó una orden para que la policía de Chicago y la Oficina Civil de Responsabilidad Policial (COPA, por sus siglas en inglés) no divulgaran los registros del caso.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago