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La junta de CPS presiona a los funcionarios de Acero para que mantengan abiertas las escuelas chárter

La Junta de Educación de Chicago aprobó una resolución el jueves para presionar a las Escuelas Acero para que mantengan abiertos siete campus que el operador privado planea cerrar.

Pero en medio de una lucha de liderazgo en curso con el director ejecutivo de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés), Pedro Martínez, la junta no le permitió presentar su opinión sobre lo que puede hacer el distrito escolar.

Los cierres propuestos han provocado fuertes protestas de estudiantes, padres y personal que esperan que Acero revierta el curso o que CPS proporcione una solución. Y es el último punto de tensión en el conflicto entre la oficina del alcalde Brandon Johnson y Martínez, que comenzó con un desacuerdo este verano sobre cómo manejar un déficit presupuestario de CPS y llevó al alcalde a tratar de destituir a Martínez.

Johnson ha criticado a Martínez por no saber que Acero estaba en problemas y por no comprometerse a mantener abiertas las escuelas de Acero a pesar de decir que se oponía ampliamente a los cierres.

Los miembros de la junta recién nombrados de Johnson, que reemplazaron a la junta anterior que renunció en masa en octubre, tuvieron una reunión especial el jueves para aprobar la resolución que exige que los funcionarios de Acero se presenten ante ellos en una reunión del 4 de diciembre.

El director ejecutivo de CPS, Pedro Martínez.

Tyler Pasciak LaRiviere/Sun-Times

La junta también aprobó una resolución que reafirma a CPS como un distrito acogedor que protegerá a los estudiantes de los mandatos de inmigración del presidente electo Donald Trump.

Después de aprobar ambas resoluciones, la junta entró en sesión a puertas cerradas, agregando asuntos de personal a los temas a considerar, una señal de que el empleo de Martínez podría haber sido discutido después de la especulación de que pronto podría ser despedido.

La junta también contrató a un abogado externo para que la representara. Pero después de cuatro horas a puertas cerradas, sólo dos miembros de la junta salieron para realizar la reunión. Dijeron que no se realizarán votaciones adicionales.

Al principio de la reunión, se esperaba que los funcionarios de CPS presentaran las opciones que se estaban considerando para abordar los cierres de Acero. Pero la vicepresidenta de la junta, Mary Gardner, anunció en la reunión que no habría presentaciones. En un momento, Gardner le preguntó a Martínez si quería decir algo, pero él mantuvo la cabeza agachada y no habló en voz alta.

Cuando se le preguntó después de la reunión por qué se había eliminado la presentación de la agenda, el miembro de la junta Frank Niles Thomas dijo “sin comentarios”.

Acero dijo que quiere cerrar las escuelas debido a un déficit de financiación y un sustancial déficit financiero proyectado en 2026.

En una declaración del jueves, Acero dijo que da la bienvenida a trabajar con los funcionarios de CPS para encontrar soluciones y dijo que sus líderes se han reunido casi 20 veces con el distrito durante el último mes. El operador de la escuela chárter dijo que siguió el proceso adecuado para anunciar los cierres.

El grupo de defensa de la Red de Escuelas Chárter de Illinois (INCS, por sus siglas en inglés) calificó la reunión especial de la junta sobre Acero como “juegos políticos” y culpó de los cierres al aumento de los costos debido al contrato de la escuela chárter con el Sindicato de Maestros (CTU, por sus siglas en inglés).

“Nuestra esperanza es que el alcalde Johnson y CTU estén dispuestos a arremangarse y ponerse a trabajar junto con INCS, la comunidad de escuelas chárter, las escuelas del distrito y los miembros recién elegidos de la Junta de Educación”, dijo la INCS en una declaración.

En la presentación cancelada de Martínez sobre Acero, de la cual WBEZ y el Chicago Sun-Times obtuvieron una copia, el distrito planeaba señalar que CPS había permitido anteriormente que otras escuelas chárter cerraran sin tomar ninguna medida.

Los miembros de la audiencia aplauden en la reunión de la Junta de Educación de CPS del jueves.

Tyler Pasciak LaRiviere / Sun-Times

En letras negritas, la presentación decía que el 1 de noviembre fue la primera vez que la junta indicó que CPS debería desviarse del procedimiento operativo estándar cuando se trataba de Acero, sugiriendo que estaba mal que lo criticaran por no tener un plan.

Las escuelas chárter están financiadas con fondos públicos pero están dirigidas por organizaciones privadas. Los operadores privados se han encargado de cerrar 12 de las 25 escuelas chárter que han cerrado desde 2013, según la presentación rechazada.

CPS también planeó señalar que la Junta de Educación adoptó una resolución a principios de este año declarando que quiere alejarse de la privatización escolar.

La presentación del jueves presentó opciones para que la junta considere, incluyendo permitir que los siete campus cierren en junio y ayudar a los estudiantes a hacer la transición a nuevas escuelas, que es lo que se ha hecho en el pasado cuando las escuelas chárter han cerrado.

CPS sugirió proporcionar a Acero dinero adicional para mantener las escuelas abiertas durante el año escolar 2025-26 y luego hacer que el distrito se haga cargo de los campus el año siguiente. En la presentación se señaló que la junta tendría que aprobarlas como escuelas dirigidas por el distrito y que la programación allí probablemente sería sustancialmente diferente a la de otras escuelas de CPS.

La junta también abordó la demanda de posponer la toma de decisiones hasta que la nueva junta tome posesión en enero. En ese momento, la junta se ampliará de siete a 21 miembros e incluirá a 10 miembros electos. Se espera que algunos de los miembros nombrados actuales permanezcan entre los 11 nombrados por Johnson.

“Esperar dos meses para tomar medidas y tener una opinión sobre las escuelas Acero sería extremadamente, en mi opinión, irresponsable para esos padres y esas familias”, dijo la miembro Debby Pope.

El miembro Rafael Yáñez también dijo que es urgente tomar medidas porque la amenaza de cierre ya ha causado mucha ansiedad.

“Es irresponsable dejar atrás a 2,000 estudiantes y a sus familias”, dijo.

Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago

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