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La Corte del Condado de Cook ofrece apoyo y consuelo a los niños enfrentando violencia doméstica

La jueza Judith Rice, jueza presidente de la división de violencia doméstica del Condado de Cook, posa para una foto en su oficina en el Palacio de Justicia de Violencia Doméstica en 555 W. Harrison St. en West Loop, el lunes 23 de septiembre de 2024.

Folletos informativos en la sala de mediación de la Corte de Justicia de Violencia Doméstica del Condado de Cook en 555 W. Harrison St. en West Loop, el lunes 23 de septiembre de 2024. La sala de mediación permite que los padres y los niños hablen libremente de los problemas actuales en el hogar.

Una de las salas de la Corte de Justicia de Violencia Doméstica del Condado de Cook en 555 W. Harrison St. en West Loop, el lunes 23 de septiembre de 2024. La sala de mediación permite que los padres y los niños hablen libremente de los problemas actuales en el hogar.

Computadoras, juguetes y juegos de mesa en la sala de niños de la Corte de Violencia Doméstica del Condado de Cook en 555 W. Harrison St. en West Loop, el lunes 23 de septiembre de 2024.

Hay una sala para niños en el juzgado de violencia doméstica del Condado de Cook llena de juguetes, libros y televisores.

La esperanza es protegerlos de los detalles sensibles que se comparten en los juzgados, aunque es poco probable que no se hayan visto afectados por la violencia en sus hogares.

Solicitar una orden de protección contra un abusador puede ser un proceso complicado, pero más aún cuando hay un niño involucrado.

Durante casi una década, el Condado de Cook ha empleado a alguien cuyo trabajo consiste en abordar estas situaciones y abordar la seguridad de quienes buscan una orden de protección contra un padre que comparte la custodia de los hijos.

Este puesto se ha considerado tan exitoso que se ha expandido dentro del Condado y pronto se implementará en los juzgados de todo el país. “Ayudar a otros municipios a replicar este programa ha sido un gran reconocimiento para nosotros a este trabajo, que, aunque parezca increíble, ya lleva 10 años en marcha”, dijo Judith Rice, jueza presidente de la División de Violencia Doméstica.

“En el pasado, existía la idea de que si alguien estaba en el hogar causando daño (y) había una orden de protección, simplemente no podía volver a ver a sus hijos”, dijo. “Y lo que vimos es algo que llamamos pensamiento mágico, pensar que estas partes no van a ver a sus hijos, no van a querer involucrarse y no van a querer estar en su vida”.

Abordando un problema que va en aumento

Antes del programa, existía un patrón inquietante en el que un padre violaba una orden de protección para ver a un niño, o un padre anulaba una orden de protección porque necesitaba ayuda con un niño.

Según la jueza Rice, había una desconexión. La gente “no entendía que si se podía elaborar algún tipo de plan sobre cómo sería el otro padre en la vida de ese niño, todavía podría tener su orden (de protección)”.

En 2013, el Condado de Cook fue uno de los cuatro sitios seleccionados para participar en el Proyecto de Mejora del la Corte Familiar, destinado a abordar algunos de estos problemas que los padres enfrentaban en el tribunal de violencia doméstica.

A través del proyecto, el Condado de Cook realizó una capacitación, mejoró su servicio de asistencia y creó el rol del facilitador de ayuda para niños, una persona que ayudaría a los padres a desarrollar un plan de crianza compartida seguro y bien supervisado para incorporarlo a su orden de protección. “Hubo mucha gente que participó en el diálogo sobre cómo establecer este programa aquí de una manera en la que la seguridad fuera realmente el centro de todo” dijo la facilitadora de ayuda infantil Stephanie Senuta.

“Podemos desarrollar planes de crianza seguros y personalizados para familias que no sean iguales para todos, sino que realmente analicen lo que está sucediendo con esta familia”.

El proceso comienza con una evaluación realizada por un juez. Si hay armas de fuego involucradas, o un niño está gravemente herido, el caso no se remitirá a Senuta.

En los primeros seis meses del programa, los jueces le remitieron sólo 24 casos. Desde agosto de 2023 hasta agosto de este año, se remitieron 414 casos. Desde el inicio del programa, la facilitadora de ayuda infantil ha trabajado con un total de 2,333 familias.

Después de que se remite un caso, Senuta se reúne por separado con cada parte para determinar si la crianza compartida se puede realizar de manera segura y qué opciones están disponibles: ¿hay un familiar que pueda facilitar y supervisar una visita, o hay un centro de visitas que los padres puedan utilizar?

Estas reuniones a veces pueden durar dos o tres horas y, para muchos, es la primera (y a veces la única) oportunidad que tienen de hablar sobre su caso.

“Cuando regresen, verás un cambio”, destacó Rice.

Los defensores legales que frecuentemente asisten a las reuniones con sus clientes vieron el impacto de primera mano. Para Tessa Kuipers, directora del programa de defensa legal en la agencia de servicios Family Rescue, siempre viene a la mente un caso en particular.

Ella trabajaba con una sobreviviente que había sufrido acoso pero que estaba “decidida a defenderse por sí misma” y durante los procedimientos iniciales se había mantenido “estoica”.

Pero cuando la sobreviviente se reunió con Senuta y comenzó a hablar sobre sus hijos y su seguridad, se emocionó por primera vez.

La mujer le dijo a Kuipers: “Esta es la primera vez que realmente la corte me escucha sobre el abuso que he experimentado”.

El ‘modelo del Condado de Cook’

Una vez que las partes elaboran un plan, esos “remedios de ayuda para los niños” se incorporan a la orden de protección.

“Tenemos muchos más clientes que creo que están logrando una relación de crianza compartida en papel que es más segura que antes, lo que significa que las órdenes de protección están funcionando mejor para las personas”, destacó Kuipers.

Y si es necesario realizar cambios mientras la orden de protección está en vigencia, Senuta está allí para ayudar. “Puede ser porque algo no está funcionando… o puede ser que las cosas estén yendo muy bien y los padres realmente quieran avanzar al siguiente paso”, dijo. “Mientras su orden de protección siga vigente, podemos seguir trabajando con ellos”.

Los investigadores de la Universidad Loyola analizaron los primeros dos años del Proyecto de Mejora de la Corte Familiar y descubrieron que las personas solicitaban más recursos relacionados con los niños en las órdenes de protección y que los jueces hacían más preguntas relacionadas con los niños durante las audiencias civiles.

Los investigadores entrevistaron a más de 50 jueces, abogados, defensores y litigantes y determinaron que el papel del expedidor de ayuda infantil era “una incorporación invaluable”.

Durante un tiempo, Senuta fue la única. Pero desde entonces el Condado ha contratado a un segundo y está en proceso de contratar a un tercero, para abordar el aumento de casos.

Las solicitudes se abrieron en las cortes de todo el país durante el verano y los sitios se seleccionarán a finales de diciembre.

El sitio recibirá fondos durante tres años junto con el apoyo técnico del Condado de Cook y otros expertos.

Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago

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