Un ex líder del Cártel Guerreros Unidos, que ha sido vinculado a la desaparición de 43 estudiantes en México, fue sentenciado el miércoles a 11 años de prisión por un juez federal en Chicago.
Adán Casarrubias Salgado, de 56 años de edad, se enfrentaba a una posible cadena perpetua cuando fue extraditado a Chicago desde México en la primavera de 2022 para enfrentar cargos de que presidía las entregas de heroína y dinero en efectivo para el cártel.
Ahora, probablemente será liberado en siete años, después de recibir crédito por el tiempo que pasó en custodia en espera de juicio, señaló el juez de distrito de Estados Unidos Matthew Kennelly en la sentencia de Salgado.
Luego será deportado a México, donde podría enfrentar otros cargos.
El Cártel Guerreros Unidos, considerado un jugador menor en la creciente industria de narcóticos ilícitos de México, fue noticia internacional cuando se le relacionó con los secuestros aún sin resolver y los presuntos asesinatos de 43 estudiantes de magisterio en la ciudad de Iguala en el estado de Guerrero en 2014, informó anteriormente el Sun-Times.
Conocido como “El Tomate”, Casarrubias Salgado coordinaba los envíos de drogas de Guerreros Unidos a través de compartimentos ocultos en autobuses que se movían entre México y Chicago, ordenaba quién recibiría cantidades de heroína para su distribución y coordinaba el dinero de la venta de drogas para el cártel, según han dicho los fiscales.
A principios de este año, Casarrubias Salgado se declaró culpable de conspiración para distribuir sustancias controladas y lavado de dinero. Admitió haber coordinado la distribución de heroína mexicana en el área de Chicago y el envío de dinero a México entre abril y junio de 2015, después de que las autoridades de México arrestaran a su hermano.
A cambio de su declaración, Casarrubias Salgado se enfrentó a una pena de prisión de entre 10 y 20 años, y los fiscales federales recomendaron 17 años y medio tras las rejas.
“Este acusado… era el principal responsable de interactuar con la banda de Chicago, más específicamente de liderar a la banda de Chicago”, dijo el fiscal federal adjunto Andrew Erskine al juez durante la audiencia.
Al anunciar la sentencia, Kennelly dijo que estaba considerando la edad de Casarrubias Salgado y que ya había pasado siete años en prisión en México por esencialmente el mismo delito antes de ser extraditado.
El juez señaló que Casarrubias Salgado ha afirmado que mientras estaba bajo la custodia de las autoridades mexicanas, fue sometido a tortura brutal, incluyendo la electrocución.
En su declaración ante la corte, Casarrubias Salgado dijo que tenía mucho miedo de ser deportado a México y dijo que creía que las autoridades mexicanas lo habrían asesinado si no hubiera sido extraditado a los Estados Unidos.
Casarrubias Salgado destacó que las autoridades mexicanas asesinaron a dos de sus hermanos mientras estaban en hospitales en México, y dijo que creía que las autoridades habían intentado previamente acabar con su vida.
“Tengo mucho miedo de regresar a México debido a la violencia y la gran corrupción por parte del gobierno”, dijo Casarrubias Salgado a la corte a través de un traductor, y agregó que las autoridades allí podrían quitarle la vida a cualquiera “con gran facilidad”.
Casarrubias Salgado dijo que había trabajado anteriormente en Chicago como repartidor de pizzas, como trabajador metalúrgico y plantó árboles en parques nacionales.
“Nunca fui el líder, nunca lo fui”, aseguró. “Nunca quise ser un líder”.
Se disculpó con Estados Unidos por “el daño que he hecho a esta sociedad”.
El abogado de Casarrubias Salgado, John Benson, dijo que su cliente había estado “proporcionando información” y dijo que Casarrubias Salgado “está dispuesto a tratar de cooperar” con los funcionarios estadounidenses.
Guerreros Unidos fue fundado por su hermano, Mario Casarrubias Salgado, quien murió bajo custodia mexicana en 2021 mientras cumplía una condena de una década por delitos de drogas.
Mario Casarrubias Salgado, apodado “El Sapo Guapo” fundó el cártel aproximadamente en el 2011 junto con otro hermano, Ángel “El Mochomo” Casarrubias Salgado, informó el Sun-Times.
A nivel local, el cártel contaba con la ayuda de Pablo Vega Cuevas, que supervisaba la distribución y venta de heroína en el área de Chicago que suministraba Guerreros Unidos.
Vega Cuevas, cuyo hermano también era líder del cártel antes de su muerte en 2014, sigue esperando la sentencia en una corte federal de Chicago por sus propios delitos relacionados con la organización de narcotráfico tras declararse culpable.
Al pedirle al juez una sentencia indulgente, el abogado de Adán Casarrubias Salgado le dijo al juez que su cliente sólo estuvo involucrado en la organización durante un corto tiempo, calificándola de “negocio familiar”, y dijo que otros miembros de la organización tenían una mayor responsabilidad.
“El señor Salgado es un pez, no hay duda al respecto (pero) no es un pez gordo, señor juez”, destacó el abogado en la audiencia de sentencia. Benson argumentó que otros involucrados en la conspiración de narcotráfico que han sido sentenciados recibieron sentencias relativamente indulgentes.
La hija de Adán Casarrubias Salgado, ciudadana estadounidense que estudió la universidad en Chicago, también testificó en la audiencia que su padre era un “buen padre” que siempre le había dado consejos y había estado presente en su vida a pesar de haber sido encarcelado en México cuando era niña.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago