A más de década de haber comenzado su relación en conciertos en vivo con la ciudad de Chicago, la banda de rock mexicana Enjambre le dará a su público local la primicia de realizar su primera presentación del 2025 y la única que darán en Estados Unidos este año.
“Íbamos a ser una gira completa, pero se nos complicaba trabajar en el disco nuevo y cumplir con las fechas de la gira, por lo que decidimos dedicarle tiempo a la composición y al estudio. Queremos sacar algo nuevo para nuestro público, tenemos canciones acumuladas que queremos trabajar y grabar”, dijo Luis Humberto Navejas, vocalista de la banda, en entrevista con La Voz.
La banda con raíces en Fresnillo, Zacatecas y que además de Luis Humberto integran actualmente otros dos de los hermanos Navejas, Rafael (bajo, coros) y Julián (teclado y coros) y Ángel Sánchez (batería), tiene más de dos décadas de carrera y ha grabado ocho álbumes de estudio: “Consuelo en domingo (2005); “El segundo es felino” (2008); “Daltónico” (2010); “Los huéspedes del orbe” (2012); “Proaño” (2014), “Imperfecto extraño” (2017) y “Próximos prójimos” (2020).
En 2023 lanzaron su primer disco grabado en vivo en el célebre Salón Ángeles de la Ciudad de México, titulado “Noche de salón”, en el que reversionaron algunos de sus temas a ritmo de bolero y danzón.
Para su debut en el House of Blues este 8 de febrero, algo que tiene emocionado a su vocalista y fundador, tocarán un set de más de hora y media con lo más selecto y roquero de su discografía.
“Es la primera vez que tocamos en un recinto tan importante, no que los otros en los que hemos estado no lo sean, sino que el House of Blues tiene tradición. Siempre nos encanta llevar nuestra música a lugares lejanos y más a una ciudad tan bella como Chicago”, destacó.
Una ciudad en la que desde las primeras presentaciones de la banda, ya tenían un grupo que cantaba sus canciones y que disfrutaba tanto de su música como de los mensajes de sus letras. Navejas recuerda que hace más de diez años cuando comenzaban a girar por Estados Unidos, solían visitar primero ciudades del sur de California y luego Chicago.
“En ese principio, en Chicago siempre teníamos más gente en los conciertos, con ganas de vernos en el escenario”, recordó, mencionando además la primera edición del festival Ruido Fest que se realizó en 2015 y de la que fueron parte —la última edición del festival fue en 2022—, que Navejas evocó como un encuentro con bandas, colegas y amigos como los argentinos de Banda de Turistas, los latinos de Chicano Batman y los mexicanos de Los Románticos de Zacatecas, además de Café Tacvba como uno de los titulares.
“Se sentía una atmósfera de rocanrol y amistad muy padre, con muchas bandas de origen latinoamericano de buena calidad. Los festivales siempre son un lugar excelente para ir a escuchar a tu banda favorita y bandas nuevas; en esa edición del festival hubo una buena mezcla de los dos. Quiero pensar que nuestra música conecta con la gente”, aseguró.
Por eso han vuelto en varias ocasiones, la más reciente el año pasado en el Joe’s Bar; este próximo concierto en el House of Blues no será una presentación de “Noches de salón” ni darán adelanto del disco que viene, ya que expresó Navejas, “aún no tienen nada presentable”, pero sí una buena mezcla de sus hits y “cosas raras” para armar un repertorio distinto.
“Si nos vieron el año pasado, vamos a interpretar temas que no cantamos en esa ocasión”, adelantó.
Luego del concierto en Chicago, tienen dos conciertos en marzo, el 14 en Tampico, Tamaulipas y el 15 en Saltillo, Coahuila y después, dos presentaciones en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México el 27 y 28 de junio. Y no volverán a girar hasta el 2026.
Esto par dedicarse de relleno al que será su noveno disco de estudio, que según adelantó Luis Humberto, se “siente más rocanrolero” con reminiscencias del rock de los años 50 y principios de los 60, como continuando en su “viaje al pasado” musical que comenzaron en “Noches de salón”, material que describió como un homenaje a la música de los años 30 y 40.
Aunque Navejas destacó que siempre un disco comienza siendo una cosa y termina siendo otra, hay algunas cosas claras ya en su proceso.
“Estamos usando muchos sintetizadores, muchos ruidos y atmósferas, hay una combinación de rock y algunas cosas latinoamericanas que se nos han ido pegando desde ‘Noches de salón’ donde aprendimos cosas más percusivas, y hasta chispitas de algo brasileño y caribeño”, adelantó Navejas.
Como uno de los músicos que disfruta hacer música para conectar, para dar un mensaje en las canciones y dejar reflexiones y no buscar complacer al algoritmo musical —programa que usan las plataformas musicales y que “predice” lo que una persona escuchará según sus preferencias—, Navejas se ve tocando toda la vida.
De eso del “algoritmo” dice que ni entiende qué es ni quiere saber. Va por lo humano.
“Nos gusta conectar con la gente que está gustosa de escucharnos, que se identifiquen con nuestras canciones es una dicha, porque de todos modos, íbamos a hacer música. No es un afán de hacer fama o fortuna, es sólo para expresarnos y que tengamos un público ya es ganancia, un verdadero lujo. Eso nos hace felices, lo demás no importa, la verdad”, aseguró.
Por eso le sorprende que su público sea multigeneracional y de una o dos generaciones más jóvenes que la suya. “Se está prolongando el gusto por la banda; hacemos música que es de catálogo, buena, de la que vive más allá de las modas y las tendencias, esa desaparece. Los que hacen buena música son los que viven en los oídos y los corazones de la gente por siempre”.