Después de semanas de protestas de las familias y el personal contra el cierre propuesto de siete escuelas chárter Acero, la Junta de Educación de Chicago está tomando medidas para mantenerlas abiertas durante un año escolar más y luego hacerse cargo de cinco de los campus en 2026.
La junta también tomó la medida extraordinaria de amenazar con no renovar el contrato de Acero para operar el resto de sus escuelas.
La junta escolar programó una reunión especial para el viernes para aprobar una resolución que ordene a los funcionarios de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés) que sigan adelante con el plan, que podría incluir el pago de una pequeña cantidad de dinero adicional a la red de escuelas chárter financiadas con fondos públicos y administradas de forma privada para cubrir un déficit operativo el próximo año.
Los líderes de CPS plantearon por primera vez esta idea entre varias opciones en la reunión mensual de la junta la semana pasada para evitar el cierre de las siete escuelas. Otras incluían que el distrito escolar se hiciera cargo de las operaciones de las siete escuelas, dejar que todas cierren o proporcionar más fondos para mantener abiertas las siete escuelas durante al menos dos años más.
El plan híbrido que les daría a las siete escuelas más tiempo antes de cerrar solo dos de ellas resultó ser la opción más asequible, dijeron los funcionarios de CPS.
La junta escolar ordenó a CPS que llegara a un acuerdo con Acero “para cubrir el déficit para operar los siete campus para el año escolar 2025-26” mientras consideraba “ahorros operativos, otros ingresos potenciales y las reservas no gastadas de Acero”.
Un análisis de WBEZ y Chicago Sun-Times del mes pasado encontró que si bien Acero se ha visto afectada por la disminución de inscripciones y el aumento de los costos de los maestros, la organización tiene decenas de millones de dólares en efectivo, lo que plantea dudas sobre si necesitaba cerrar siete de sus 15 escuelas.
Según el plan de la Junta de Educación, las dos escuelas que cerrarían después del año escolar 2025-26 serían el campus de Acero Paz en La Villita, una escuela primaria de 98 estudiantes, y Acero Cruz, una escuela K-12 en Rogers Park con 542 niños.
Los funcionarios de CPS dijeron que esas dos escuelas son las principales contribuyentes al déficit financiero proyectado de Acero, que predijeron que podría desaparecer por completo si cerraran. Pero la junta dejó abierta la posibilidad de que Paz y Cruz pudieran ser consideradas para la toma de control por CPS en 2026.
Las otras cinco escuelas Acero —los campus Cisneros, Casas, Fuentes, Tamayo y Santiago—pasarían automáticamente a ser escuelas administradas por el distrito en el año escolar 2026-27.
“Estos planes deben incluir el apoyo del distrito a los padres y al personal para maximizar la retención de maestros, personal y estudiantes a medida que estas escuelas hacen la transición”, se lee en la resolución de la junta.
La junta dijo que los funcionarios de Acero deben cumplir con estos esfuerzos.
“Los cierres anunciados por Acero son incompatibles con la misión educativa de la junta y ponen en duda si la junta debería renovar el acuerdo de la escuela autónoma de Acero en 2026”, decía la resolución. “La cooperación de Acero en estos asuntos puede considerarse para decidir si se renueva” el contrato con el operador de las chárters por otro período.
No está claro si los funcionarios de Acero estarían de acuerdo con alguno de estos planes. CPS y la junta escolar no tienen la autoridad para obligar a Acero a mantener abiertas sus escuelas. Pero los funcionarios tanto del distrito como del operador de las escuelas chárter han expresado su voluntad de trabajar juntos para encontrar una solución.
Helena Stangle, directora de cultura de Acero, dijo en una declaración que la red de escuelas “se enteró del contenido de esta resolución junto con el resto del público”.
“Esperamos evaluar el [plan] propuesto y continuar las conversaciones con CPS”, dijo.
Hay dudas sobre si CPS necesita estas escuelas Acero. Algunas de las escuelas están en edificios viejos y deteriorados que se sumarían a las necesidades de modernización de las instalaciones del distrito. Y las inscripciones en las escuelas de vecindario en muchas de estas áreas comunitarias ha disminuido durante la última década.
Los funcionarios de CPS también dijeron que las escuelas tendrían que cambiar significativamente para adaptarse a los estándares del distrito, como su plan de estudios.
Traducido por Jackie Serrato, La Voz Chicago