La Municipalidad pondrá fin a los refugios designados para los solicitantes de asilo recién llegados a fines de este año, como parte del plan anticipado de la Municipalidad para fusionar sus sistemas de refugios, anunció el alcalde Brandon Johnson el lunes en una conferencia de prensa.
La transición de los dos sistemas de refugios —uno para migrantes recién llegados y otro para personas sin hogar en Chicago— comenzará esta semana con cambios que incluyen ofrecer alojamiento primero a migrantes que han estado en los Estados Unidos menos de 30 días.
La fusión en la Iniciativa de Un Sistema se produce dos años después de que la ex alcaldesa Lori Lightfoot estableciera refugios temporales para albergar a los migrantes recién llegados que fueron enviados a Chicago en autobuses y aviones por el gobernador de Texas Greg Abbott, republicano que pretende enviar migrantes a ciudades lideradas por demócratas.
Se estima que se añadirán 3,800 camas designadas para migrantes (financiadas por la Municipalidad y el estado) a las 3,000 camas existentes para cualquier persona sin hogar en Chicago. Esa cifra es mucho menor que las 14,175 camas que un grupo de defensores de la comunidad y funcionarios habían recomendado que la Municipalidad mantuviera para la Iniciativa de Un Sistema.
También es menor que la propia estimación de la Municipalidad de 11,000 camas de refugio que necesita para combatir la falta de vivienda. Se estima que 18,836 personas están sin hogar en Chicago este año, según el recuento anual de la Municipalidad.
“¿Esto podría llevar a que la gente se quede en la calle? Mira, sería negligente si no reconociera las dificultades financieras que estamos experimentando en este momento”, dijo Johnson, señalando otras necesidades presupuestarias en las Escuelas Públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés) y en todos los departamentos de la ciudad. “No quiero ver a nadie perder, ¿verdad? Pero la dura realidad es que podemos hacer lo que podamos permitirnos. Hemos llegado al límite”.
El concejal André Vásquez, presidente del Comité de Derechos de Inmigrantes y Refugiados del Concejo Municipal, dijo que el sistema de refugios debería haber servido desde el principio tanto a los solicitantes de asilo como a los residentes que han estado sin hogar desde hace mucho tiempo.
Elogió a la Municipalidad por pasar al sistema unificado y terminar con los contratos con empresas de personal controvertidas y costosas, y dijo que le preocupa que más residentes terminen en las calles cuando el sistema consolidado entre en vigencia durante el invierno en Chicago.
“Eso es preocupante porque el invierno llegará bastante pronto”, dijo Vasquez. “… no tener 1,000 personas en la calle cuando se acerca el invierno”.
Hasta el lunes, había 4,996 migrantes recién llegados que buscaban refugio en 13 refugios administrados por la ciudad y el estado, según el Departamento de Servicios Familiares y de Apoyo de la ciudad.
Como parte de la transición, la Municipalidad pondrá fin a las extensiones para las personas que esperan beneficios públicos, y la zona de aterrizaje, un área designada para migrantes recién llegados, cerrará el 31 de diciembre.
La Municipalidad también eliminará gradualmente un contrato controversial con Favorite Healthcare Staffing, una empresa con sede en Kansas City que ha administrado muchos de los refugios para migrantes de la ciudad, y avanzará hacia la colaboración con organizaciones comunitarias para dotar de personal a los refugios, dijo Brandie Knazze, comisionada del Departamento de Servicios Familiares y de Apoyo de la ciudad.
El sistema unificado no tendrá un límite de 60 días, y cualquier persona que necesite refugio tendrá que llamar al 311 para ser ubicada en un refugio, dijo Knazze. Algunos detalles, como las ubicaciones de los refugios restantes, aún no estaban disponibles.
Aunque los funcionarios planean cerrar la zona de aterrizaje, se está trabajando en un punto de acceso, que fue recomendado por grupos comunitarios, dijo Sendy Soto, directora de personas sin hogar de la Municipalidad.
“En términos de horas de funcionamiento, estamos hablando con el estado en cuanto a lo que nos va a costar y quién puede dar servicio al punto de acceso las 24 horas”, dijo Soto.
Si bien la Coalición de Chicago para Acabar con la Falta de Vivienda dice que apoya un sistema de refugios unificado, le preocupa que el momento de la transición pueda resultar en que miles de migrantes recién llegados terminen en la calle, dijo Sam Paler-Ponce, director asociado de política municipal de la coalición.
“La transición también subraya la necesidad urgente de una financiación más sólida para viviendas y servicios permanentes”, dijo. “Los refugios son una respuesta de emergencia importante, pero no ofrecen la estabilidad a largo plazo que proporciona la vivienda o la ayuda para la renta”.
La coalición pidió al estado que agilice los beneficios para aquellos que pronto podrían enfrentar un desalojo de un refugio administrado por la Municipalidad y también están preocupados por los estudiantes de CPS que pueden verse afectados por los cambios a mitad del año escolar, dijo Paler-Ponce.
También les preocupa que el 311 no esté equipado para manejar un aumento potencial en las llamadas una vez que los sistemas se unifiquen en enero, dijo Paler-Ponce.
“Ya hay una gran demanda de camas en refugios”, dijo Paler-Ponce. “Y al ritmo al que vamos, nos preocupa que el sistema heredado no esté listo para satisfacer esas demandas”.
Johnson no detalló si se asignarían más fondos al 311, diciendo que será parte de las discusiones presupuestarias del Concejo Municipal.
José Miguel Muñoz, director ejecutivo de La Casa Norte, fue parte de un grupo que emitió recomendaciones sobre cómo la Municipalidad podría fusionar los dos sistemas de refugios y dijo que es bueno que se agreguen más camas.
“El hecho de que históricamente solo hemos tenido 3,000 camas en la ciudad de Chicago, y ahora estamos considerando agregar otras 3,800 camas de manera permanente a eso”, dijo Muñoz. “Es una gran victoria. ¿Necesitamos más? Siempre abogaría por más camas”.
Durante la conferencia de prensa del lunes, Johnson dijo que la Municipalidad sólo podía permitirse una cierta cantidad de camas y no hizo promesas de aumentar la cantidad en el futuro.
Johnson apuntó a las “tácticas de miedo” de los oponentes que derrotaron el referéndum Bring Chicago Home en marzo. Se esperaba que el aumento de impuestos sobre la venta de propiedades de lujo generara $100 millones en ingresos anuales para destinarlos a la prevención de la falta de vivienda.
“Creo que lo más frustrante de todo esto… es que si hubiéramos aprobado Bring Chicago Home, si los intereses de las corporaciones que han demostrado ser tacañas y codiciosas, si hubieran permitido que menos del 3% pagara un pequeño aumento incremental en la transferencia de propiedades… tendríamos un sistema ahora mismo con 4,200 camas más”, dijo Johnson.
El anuncio del lunes se produce poco más de una semana antes de que Johnson planee revelar su propuesta de presupuesto para 2025. Debe cerrar un déficit de fin de año de $223 millones y explicar cómo equilibrará un déficit presupuestario estimado de $982.4 millones para el próximo año.
En el pronóstico presupuestario de Johnson presentado en agosto, los funcionarios presupuestarios dijeron anteriormente que planeaban asignar $150 millones para ayudar a los migrantes de la ciudad, la misma cantidad que la Municipalidad incluyó inicialmente en el presupuesto de 2024, que resultó ser insuficiente para que la ciudad pudiera sobrevivir el año.
Johnson dijo el lunes que esa cifra ya está desactualizada, pero se negó a revelar cuánto financiamiento destinará la Municipalidad para apoyar a los solicitantes de asilo el próximo año.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago