Vestidos con coronas de papel y abrigos de invierno, los católicos del lado noroeste marcharon por Belmont Avenue el domingo por la tarde para celebrar el Día de los Reyes Magos.
La festividad, que se celebra el 6 de enero, honra el día en que los tres Reyes Magos visitaron al niño Jesús y le ofrecieron regalos de oro, incienso y mirra.
Las festividades del domingo comenzaron con una misa en la Iglesia San Fernando, principalmente en polaco, pero hubo lecturas en inglés, español y tagalo.
“Hoy toda la comunidad está participando en esta manifestación de nuestra fe al salir a las calles y caminar con los tres reyes magos, los ‘three Magi’”, dijo Peter Gnoinski, pastor de San Fernando, en su sermón.
Cientos de feligreses se formaron en Belmont Avenue para una procesión encabezada por tres hombres a caballo vestidos de reyes y otros personajes de la historia de la Natividad: la sagrada familia, los ángeles y los pastores. Una banda tocó y cantó villancicos en polaco mientras la multitud caminaba por la calle hacia la iglesia de San Ladislao.
Celebrar la Epifanía es una tradición sagrada para Gosia Rula, que ha asistido al servicio y la procesión durante al menos 10 años.
“Todos los años regreso”, dijo Rula. “Esto honra a los tres reyes magos que decidieron hacer el viaje sin saber dónde nació el niño Jesús. Necesitamos eso, necesitamos más fe, necesitamos más confianza”.
El Día de los Reyes Magos es un feriado nacional en Polonia: todos tienen el día libre y lo pasan con la familia, dijo Rula. Aunque la procesión del domingo en Belmont Cragin es más grande que la celebración en el pequeño pueblo de Rula en Polonia.
“Es casi como otra Navidad”, dijo Rula.
El Día de los Reyes Magos también celebra los diferentes lugares de donde vinieron los reyes magos, dijo Gnoinski durante su sermón. Vinieron de Persia, Arabia e India, trayendo sus regalos de oro, incienso y mirra.
Esa diversidad también se refleja en la comunidad parroquial de San Fernando, donde muchos de los feligreses son polacos, pero también hay miembros latinos y filipinos.
“Hoy venimos como naciones unidas a la parroquia de San Fernando. Por eso tenemos esta celebración en polaco, español y un poco de tagalo”, destacó Gnoinski.
Virgie Laspinas ha asistido a los servicios durante 35 años. La misa multilingüe también es una celebración de la diversidad de la parroquia.
“Apreciamos que se nos reconozca como filipinos, como latinoamericanos y como parte de esta comunidad y esta iglesia”, comentó Laspinas. “Sentimos la unidad a través de las diferentes culturas, los diferentes idiomas”.
Laspinas asistió al desfile y a los servicios con su amiga, Mary Ann Cabrera. Celebrar el viaje de los tres reyes es una oportunidad para unirse con las personas, independientemente de dónde sean, dijo Cabrera.
“Esos tres reyes vinieron de diferentes partes del mundo, por lo que no importa qué idioma hablen. “Cuando se trata de Cristo, se unen como uno solo, unidos, en paz”, dijo Cabrera.
“Somos uno ante Dios. No hay división. Y necesitamos más de esa unidad hoy”.